Desde el 2014, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene en la mira a Japón, pues le exigen al país asiático que deje de producir material con imágenes se*uales de menores que aparezcan en el manga y anime.
Fue la misma relatora especial de la ONU, Buquicchio, quien pidió ante la prensa japonesa que se prohíba todas aquellas publicaciones en las que se muestren ilustraciones de carácter se*ual que incluyan a menores. Mejor dicho, se prohibiría a las «lolis».
Si bien la ONU halaga de que Japón haya logrado avances en lo que se refiere a la protección de niños, aún tienen problemas con la comercialización de mangas/animes que incluyan menores en situaciones de carácter sexu*l.
Como era de esperarse, los creadores de manga salieron a defender su trabajo, diciendo que prohibir estas ilustraciones sería un atentado contra su libertad de expresión.
Dan Kanemitsu, un traductor de mangas, acusó a la ONU de «confundir la realidad con la ficción». Además, dijo que hay una gran diferencia entre las imágenes que muestran niños reales y los dibujos en los que aparecen personajes con apariencia de menores.
No obstante, la petición de desaparecer a las «lolis» del manga y el anime, reforzó la postura de algunas ONG japonesas que dicen que la actual legislación, publicada en 2004, no es suficiente para brindar una protección adecuada a los menores.
Shihoko Fujiwara, representante de la organización Lighthouse, declaró a la prensa, que las fotografías y videos de menores en bikini o en poses sugestivas, no es considerada como porn*grafía infantil.